Este pescador resiste hasta cinco minutos abajo del agua y no solo nada, sino que también tiene la habilidad de caminar bajo el agua a más de 20 metros de profundidad, para poder cazar con un arpón a sus presas.
Sus latidos llegan a descender al punto de alcanzar las 30 pulsaciones por minuto y la presión del agua hace que el aire en sus pulmones alcance solo un tercio de su volumen.
Su flotación negativa, le permite caminar literalmente sobre el suelo marino sin sin dificultades.
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