Reza la leyenda bajo el “Ecce Homo” que Elías García Martínez tardó en pitarlo dos horas. Un poco más ha tardado en restaurar la obra espontáneamente y sin consentimiento una vecina del pueblo de 80 años y asi quedo.
El problema es que la restauración ha destrozado la obra original que decora desde el siglo XIX los muros del Santuario de la Misericordia, en la zaragozana localidad de Borja.
El Centro de Estudios Borjanos asegura que nadie había autorizado la rehabilitación del fresco. Algo que desmiente la autora del destrozo.
“El cura lo sabía, el cura lo sabía, el sacerdote de aquí lo sabía. Claro cómo lo voy a hacer yo sin que me lo digan…
Todo el mundo que entraba me veía pintando. Yo a escondidas no lo he hecho nunca”, se defendía Cecilia Giménez.
La nieta del autor, Teresa García, reconoce que la mujer de 80 años ya había restaurado en otras ocasiones la obra, pero nunca como ahora.
“Hasta ahora sólo había tocado lo que es la túnica y entonces el problema ha sido que se ha metido con la cabeza y claro ha destrozado el cuadro”.
La próxima semana unos restauradores profesionales estudiarán el estado en el que ha quedado la obra.
Un estado que de momento ha servido para avivar el ingenio de miles de internautas y que ha inundado las redes sociales de jocosos comentarios.
La asociación Centro de Estudios Borgianos, que publicó el primer artículo sobre el destrozo explica en otra entrada su punto de vista sobre el revuelo que ha causado esta situación insólita.
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